Kimijima Mio vive feliz con su esposo y su suegro, quien tiene 80 años y no goza de buena salud, por lo que ella siempre está a su lado cuidándolo. Su suegro es una persona muy buena, por lo que cuidarlo también es una fuente de felicidad para Mio.

No solo eso, entre ambos hay un secreto que no puede revelar a su esposo: Mio cuida de su suegro de la A a la Z, e incluso atiende sus "necesidades".

Sin embargo, ella no se pasa de la raya; solo lo ayuda con sus manos y su boca, y en una ocasión, mientras iban al mercado, su suegro se cayó porque quería ir al baño.

Al ver esto, su esposo quiso llevarlo a una residencia de ancianos para que estuviera más seguro. También rápidamente reservó un lugar para él sin consultar antes con Mio ni con su suegro.

El tiempo que su suegro queda aquí es solo de cuatro días. Mío se dio cuenta de que quería estar con su suegro más que nunca, quería tener muchos más recuerdos con él y entonces ambos cruzaron esa última frontera.Ambos hicieron el amor locamente una y otra vez, creando juntos muchos recuerdos hermosos en el poco tiempo que les quedaba...