La gran niñera lo hizo feliz eyaculando en la piscina. No estés tan seguro. No soy fácil caer en la trampa. Me reí, luego me arrodillé y lamí la punta de su orgulloso pene en forma de hongo. ¿Qué debo decir para seducirte? Solo tuve que decir: Tenten, ¿quieres tener sexo conmigo? No pude evitar reírme más y le chupé la polla con fuerza. Te haré tan grueso y duro que no podrás detenerte hasta que pidas misericordia. Jaja, está bien. ¿Quieres ver quién pide perdón primero? Me acerqué a él y le rodeé el hombro con el brazo. El agua me golpeó la cabeza, lo volví a besar y cerré los ojos. Cerró el agua, me rodeó el hombro con un brazo y me pasó la pierna con el otro y me sacó de la ducha, apretándome contra el borde del lavabo. Me levanté con un brazo y apoyé el talón en el borde del fregadero. La gran niñera lo hace feliz de correrse en la piscina
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