Ayaka vive una vida matrimonial muy normal con su marido. Su mejor amiga y vecina está embarazada y se prepara para ser hospitalizada para prepararse para el parto. Su esposo parece ser una persona honesta que se preocupa por su familia. Pero cuando la amiga de Ayaka es admitida en el hospital, ella, sin saberlo, descubre su verdadero rostro. Llevó a la niña a su casa para tener relaciones sexuales tan pronto como su esposa fue admitida en el hospital. Ayaka hablaba y quería que pensara en la esposa que llevaba una gota de su sangre. Pero él no quería cambiar, y ahora recurrió a Ayaka, quien la violó una y otra vez y usó la excusa de que su esposo también estaba teniendo una aventura para hacerla cambiar de opinión. Temerosa de que su amiga sufriera y se decepcionara de su esposo, Ayaka lo ocultó y dejó que continuara con su comportamiento depravado...
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