Algún tiempo después de casarse, la relación entre la pareja se enfrió. En ese momento, mi cuñada, Miu, me lo solicitó de nuevo. No pude resistirme a su belleza, hice algo imperdonable. Hoy, mi esposa regresará sola a su ciudad natal para asistir a la reunión de la clase. Aprovechando esta oportunidad, Miu y yo concertamos una cita para encontrarnos en el hotel. Después de un año de no vernos, no pudimos evitar precipitarnos, disfrutando del cuerpo del otro. No descansamos, no perdemos ni un momento. Eyaculé innumerables veces en su útero. A pesar de que tuve que recoger a mi esposa, frente al cuerpo extremadamente encantador de Miu, no pude parar, ignorando a mi esposa que estaba parada en la estación esperando que la recogiera...
Deja un comentario