Satori y yo somos amigos desde la infancia, y a menudo voy a su casa a jugar. Los dos íbamos a la misma escuela, nos involucrábamos constantemente y hasta hace tres meses decidimos salir. Con motivo de la ausencia de los padres de Satori, me invitaron a su casa a jugar. Debido a que a menudo estaba en la escuela, no había ido a su casa por un tiempo. Satori tiene una hermana mayor, Konan, con la que solía jugar, y las dos hermanas incluso se bañaron juntas. La Sra. Konan está vestida extremadamente "genial", porque no lleva sujetador, sus pezones son claramente visibles a través de la camisa delgada y la areola rosada está constantemente oculta frente a mis ojos. También se enteró de que yo estaba espiando sus pechos. Cuando Satori fue a lavar los platos, Konan tomó mi mano y la puso en sus enormes pechos. Esa noche, cuando fui al baño, mi hermana me llamó para que fuera a su habitación a jugar. Preguntó por mí y por Satori, me preguntó si nos habíamos follado. Cuando se enteró de que los dos no se habían follado, inmediatamente me convenció de que siguiera haciendo lo que acababa de hacer. ¡Ella tomó la iniciativa de besarme, apretar mis pechos, desnudarme, chuparme la polla y dejarme follarla! Y a partir de entonces, Konan me sedujo de inmediato cada vez que tuve la oportunidad. Tampoco podía tener más sexo con mi novia porque estaba constantemente pensando en ella. Una vez vine a jugar cuando mi novia no había vuelto. Pude entrar en la habitación de Konan, para tener sexo con ella. De repente vi un pequeño anillo colocado sobre la mesa. Y a partir de entonces, recordé mi infancia y supe por qué quería tener tanto sexo conmigo. Este anillo me lo regaló la Sra. Konan, aunque ya no le queda, pero siempre lo ha conservado y apreciado, así como siempre ha cumplido su promesa de ser mi esposa. Pero se me olvidó, fui a una cita con su propia hermana. No sé qué hacer, pero una cosa es segura, no la dejaré, quiero estar ahí para cuidarla, amarla, compensarla!!
Deja un comentario