Hoy fui a visitar a un amigo con quien he estado muy unido desde la universidad. Desde que nos graduamos, debido a la vida y las responsabilidades, cada uno ha tomado un camino diferente, y hemos tenido que trabajar muy lejos uno del otro, por lo que no hemos tenido tiempo para vernos, hasta hoy que finalmente tenemos la oportunidad de reencontrarnos. Al entrar a su casa, no pude evitar sorprenderme porque la esposa que acaba de casarse es en realidad mi exnovia de la secundaria. Ella es Shirakawa, una chica seductora con un cuerpo atractivo. Parece que su personalidad no ha cambiado en absoluto; al verme, comenzó a coquetear y a tocarme como cuando éramos novios. En aquellos momentos en que mi amigo no prestaba atención, yo también respondía a sus insinuaciones con acciones sugestivas. Hasta que él se emborrachó y perdió la compostura, fue cuando empezamos a llevarnos a la habitación para recordar viejos tiempos con intensos encuentros sexuales.