Como es una persona con recursos y bastante acomodada en términos económicos, el joven director decidió contratar a dos empleadas para que realicen tareas menores en una pequeña mansión. Sin embargo, su objetivo principal no era ese; las dos empleadas, con grandes y hermosos pechos, eran la razón principal por la que él las contrató: para poder desahogarse cada vez que regresaba de un viaje de negocios. Ellas eran como sus esclavas sexuales; cada vez que él regresaba del trabajo, ellas se vestían de manera provocativa y salían con los pechos temblando, como si se prepararan para las intensas relaciones sexuales que estaban por venir y ayudaran a su jefe a sentirse cómodo y relajado mientras llevaban a cabo esto.
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