Este verano vino a jugar mi primo Aramura del campo, a quien no había vuelto a ver en mucho tiempo desde que eran muy pequeños. Ahora es una chica de secundaria con piernas largas y glúteos grandes y tonificados que me sorprenden. Parecía que siempre estaba pensando en su desnudez, ¡sí, me sedujo! Para satisfacer mis antojos, siempre la observaba dormir todas las noches y luego se quitaba los pantalones en secreto para mirar su área privada, y una vez incluso usé mis manos y mi boca para meterla dentro. Hasta que una noche, ella me descubrió, pero en lugar de culparme o resistirme, me tomó por sorpresa, me pidió que siguiera haciéndolo e incluso me metió el pene por dentro y por fuera. Resulta que ella es tan lasciva como yo.
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