Como quería contribuir con un poco de esfuerzo junto a su esposo para comprar un nuevo apartamento, Takeuchi había estado suplicándole a su marido que la dejara trabajar para ganar dinero basándose en la experiencia previa que tenía en negocios. Siendo una persona con muchas conexiones, su esposo contactó al director Nakata, quien lo ayudó a conseguir empleo en tiempos difíciles y, en ese momento, él estaba buscando personal, así que Takeuchi fue contratada allí. En ese momento, el infame director comenzó a fijarse en ella. Un día, Nakata llamó a Takeuchi a su oficina y habló sobre un error en la gestión de su pedido, que había ocasionado una pérdida significativa para la compañía. Sin embargo, él dijo que dejaría pasar este asunto con la condición de que ella no hablara de esto con nadie, ni siquiera con su esposo. Después de un tiempo, con la excusa de reunirse con un gran cliente, él le pidió que usara un par de medias y dijo que a los clientes les gustaba esto. Aunque se sintió muy incómoda, como se sentía culpable por lo ocurrido anteriormente, aceptó sin darse cuenta de que había caído en una trampa sexual que su jefe lascivo había tendido.