Siempre me ha gustado mi amiga de la infancia Ena. Sé que es un sentimiento de ambos, pero me da vergüenza y no me atrevo a decir que me gusta. Al crecer y reencontrarnos, los sentimientos vuelven a ser los mismos, pero al final los hombres y las mujeres no se declaran. Sin embargo, cuando me pongo celoso por algo trivial, la distancia entre nuestros dos corazones se acorta de repente. Una historia de amor dulce y agridulce de dos personas que acaban de madurar.
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