Anna trabaja para una empresa de ropa interior. Debido a que la ineficiencia de la empresa provocó recortes de costos, el gerente de la empresa le pidió a Anna que se probara la nueva ropa interior de la empresa para compartir sus pensamientos sobre el producto. Esta vez aceptó, pero el director fue más y más allá. Quería que ella se convirtiera en modelo, usando esta lencería glamorosa para que él tomara fotos. Anna no estuvo de acuerdo y él prometió no tomar una foto de su rostro. Como también quería que la empresa creciera más, Anna volvió a estar de acuerdo. Durante la sesión de fotos, él tocaba constantemente sus lugares sensibles, y cuando ella comenzó a resistirse y quiso regresar, inmediatamente la presionó y le hizo el amor. Al principio, ella no quería, pero poco a poco la sensación de felicidad que él le trajo fue algo que su esposo nunca pudo darle. Siguió jugando desnudo y metiendo todas sus semillas dentro de ella. Poco a poco se fue hundiendo en esto. Ella acepta ser su modelo exclusiva, dispuesta a estar frente a la cámara para que sus clientes admiren su hermoso cuerpo mientras viste conjuntos de lencería seductores.
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