Isabella Nice necesitaba un trabajo mientras asistía a la escuela de terapia de masaje. Su amiga le presentó una entrevista con su padre, Chad, en su empresa. Chad le ofreció a regañadientes a Isabella un puesto en el que no tenía experiencia trabajando en una oficina. Sintiendo eso, persuadió a Chad para que se sentara, se relajara y disfrutara de sus habilidades de masaje. ¡Sus manos recorrieron todo su cuerpo y finalmente su gran polla dura! Chad no pudo resistirse y se dio cuenta de los grandes beneficios de tener a Isabella en su equipo.
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