Sumire despide a su esposo cuando se va a trabajar. Hay un problema con el suministro de agua, y he llamado a un reparador, pero no pudo arreglarlo antes de que terminara el día, así que discutimos. El hombre, enojado por la actitud de Sumire, pensó en hacer de Sumire suya y manipularla. Él toca el timbre y de repente le apunta con una linterna a Sumire, quien sale y dice: "No puedes oponerte a mí..."
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