La nuera Sumire tiene que soportar la presión de su suegra sobre tener un hijo para ella. Un día, toda la familia decide ir a un viaje a las aguas termales. Sin embargo, la madre de su esposo ordena que él debe abstenerse de tener relaciones sexuales un mes antes del viaje para poder concebir. En el día del viaje, Sumire no está satisfecha con el sexo mecánico con su esposo indiferente. Por otro lado, el suegro también intenta retener a su esposa, pero ella no acepta. Ambos, con demasiados deseos sexuales, fueron a las aguas termales para aliviar sus cuerpos. Y el suegro inesperadamente es testigo de Sumire bañándose.