He apoyado a una encantadora mujer casada que estaba enfrentando dificultades financieras. Con un cuerpo delgado, pechos pequeños y una figura esbelta agradable a la vista.
Lo que quería que ella hiciera era servirme, asegurándome de que el dinero que recibiría la haría más feliz.
Como ambos éramos extraños recién conocidos, tomé unos minutos para charlar y hacerla sentir menos incómoda, con su cabello corto y su hermosa sonrisa.
Después de hablar un rato, le pedí que se cambiara de ropa, que había preparado de antemano, y luego comenzamos, al principio estaba un poco cohibida, pero poco a poco se acostumbró, ¿verdad? Una vez que se acostumbra, ya no se puede pedir que se detenga.
Les invito a ver la película para disfrutar de su belleza y su timidez =))
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