Han pasado 5 años desde que me casé. Me falta confianza, siempre vivo una vida cerrada para que nadie se dé cuenta. Mi esposo está ocupado con el trabajo, no se preocupa por mí. En el trabajo, tenía miedo porque mi jefe me acosaba sexualmente y me presionaba. No puedo confiar en nadie, solo trato de pasar el día. Entonces, en una fiesta de la empresa, mi jefe de repente me besó. El beso fue tan intenso que me hizo perder toda razón. Me dejé llevar, fui al hotel
torpe con mi jefe, y mi cuerpo tan deseado llegó al clímax continuamente. Desde entonces, nunca he olvidado la sensación de tener sexo con mi jefe.
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