Takayama se casó con un hombre mayor, sin embargo, él es el director de una gran empresa, por lo que sus ingresos son bastante estables y le puede brindar una vida acomodada, sin carencias. Solo hay una cosa que la desagrada, y es la vida sexual de la pareja; él ya no es tan vigoroso como para satisfacer a su esposa, que está en una edad llena de deseos sexuales. Una noche, después de haberse emborrachado y no estar en condiciones, su esposo fue llevado a casa por un subordinado. El subordinado es un joven fuerte, con futuro, que ha sido promovido al cargo de subdirector. Al conocer a Takayama, se sintió cautivado por su mirada suave y su belleza juvenil e inesperada. Sin pensarlo mucho, comenzó a coquetear, a hacerle cumplidos y a insinuar una aventura de una noche con Takayama. Siendo una mujer lasciva y siempre deseosa de sexo, ella estaba ansiosa por encontrar a un hombre que pudiera satisfacer sus necesidades, por lo que aceptó de inmediato.