“¡Hermana!? No te acerques a mí... ¡¿Hmm?!?” Secretamente me froté la mejilla y pensé en respirar hondo. Mi hermana pequeña ‘Ichihana’, una novia traviesa que vino a quedarse, había llegado a quedarse (sudando) en la casa familiar, en el garaje, en la cama para tener relaciones sexuales con mi esposa, etc. Como si estuviera ocurriendo. Soy el peor que llega al clímax de inmediato con una lengua provocativa.
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