Anri Kizuki acaba de mudarse a un apartamento en el centro y ha estado viviendo allí un tiempo. Como no conoce a nadie y siendo mujer, hay muchas cosas que no puede resolver, como el problema de que el Wifi no se conecta a Internet. Afortunadamente, se encuentra con un amable vecino informático, que tiene una apariencia tímida y reservada, pero es muy sabio; en poco tiempo ha solucionado el problema. Para agradecerle, la dueña de casa, que es bastante atrevida, decide seducirlo y ofrecerle su esbelto cuerpo al afortunado informático; por supuesto, él no sería tan tonto como para rechazar un regalo caído del cielo.
Deja un comentario