Después de un saludo que parecía una exhibición de su voluptuoso y sensual escote, Sayama se convirtió oficialmente en la idol de este estudiante de último año. En una calurosa noche de verano, mientras se quejaba porque el aire acondicionado no funcionaba, oyó un golpe en la puerta. Una sorpresa ocurrió cuando, por fin, era la vecina con la que siempre había soñado. Resulta que había bebido demasiado y entró en la habitación equivocada; sin embargo, en cuanto entró, comenzó a abrazarlo, a besarlo y, para su fortuna, a exigirle relaciones sexuales. Nadie podría haber imaginado que esa situación se desarrollaría frente a él, con su idol coqueteando para hacer algo más grande. Parecía que la suerte solo llegaría una vez, hasta que la noche siguiente ella volvió a traer cervezas para invitarlo a charlar, y, por supuesto, ambos continuaron con su aventura clandestina una vez más.