Yuta, un amigo de la infancia, no es ni un amigo ni un miembro de la familia... ni un amante. Pensé que esta relación duraría para siempre. Sentía que si confesaba eso, la relación se rompería, así que escondí mis sentimientos hacia Yuta y me convertí en adulto, mientras Yuta se comprometía con otra chica. La noche en que conocí a mi prometida, Miki-chan, eché un vistazo a su rostro dormido mientras se sumergían juntos en el sueño, y decidí poner fin a mi amor no correspondido de tanto tiempo.