Mientras lavaba los platos en casa, de repente Furukawa escuchó un golpe en la puerta. Pensando que su esposo había regresado del trabajo, ella corrió emocionada a abrir, pero no, era el amigo de su esposo que también era su amante. Al abrir la puerta, el maldito amigo se lanzó a abrazarla y a besuquearla apasionadamente, tocando todo su cuerpo; él quería tener sexo con ella. Al principio, ella no estuvo de acuerdo porque temía que su esposo la sorprendiera y que eso causara un gran problema, pero después de que él la tranquilizara y reconsiderara, cambió de opinión y tuvo un encuentro secreto con él. Aunque sabía que esto era muy incorrecto, quizás porque su esposo tenía problemas de disfunción eréctil o no podía tener relaciones sexuales, ella se vio obligada a buscar a otra persona para satisfacer sus necesidades, y desafortunadamente, esa persona era precisamente el amigo de su esposo.