De camino a casa del trabajo, el joven Nata decidió pasar por la casa de su cuñado para conversar acerca de las dificultades de su familia, pero al llegar se dio cuenta de que su hermano estaba de viaje y solo estaba en casa su cuñada Kasahara.
Al no ver a su hermano, Nata pensó en volver para evitar habladurías, pero al saber que su cuñada tenía sus propias preocupaciones, la mujer lo convenció para que entrara a casa y hablaran.
Resulta que el joven no sabía nada sobre la intimidad, no sabía cómo hacer feliz a su esposa y por eso ella lo regañaba cada noche; sin pensarlo mucho, Kasahara decidió enseñarle a Nata a hacer el amor usando... su propio cuerpo. Al principio el joven se sintió tímido y rechazó la idea, pero después de pensarlo bien, Nata accedió.
Por supuesto, se prometieron que no se lo contarían a nadie, especialmente a los esposos de cada uno...