La hermosa chica Tsuruta tuvo la mala suerte de tener una cabra vecina justo al lado de la casa. Las veces que ella se cambiaba de ropa o tenía relaciones sexuales con su esposo eran descubiertas y espiadas por él, él también se sentía incómodo e incómodo con él, por lo que veía películas negras para poder satisfacer este deseo. Sin embargo, esto no podía satisfacerlo, tenía un propósito oscuro aún mayor. Era el día en que su esposo estaba fuera de casa y estaba decidido a cometer el acto de violar al vecino, y con una débil resistencia, tuvo que soportar impotente. A partir de entonces, tuvo más motivos para seguir haciendo esta maldita hazaña.
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