Al ser expuesta por un compañero a un perfume afrodisíaco, había un chico en la oficina que siempre olía mal, lo cual me incomodaba mucho. Tenía que soportar el olor de su cuerpo a diario hasta que no pude más y decidí hablar con él directamente. Al día siguiente, al ir a trabajar, noté un aroma agradable en su cuerpo que no había olfateado en mucho tiempo y me sentí aliviada, pero realmente no esperaba que el perfume que él usaba fuera un perfume afrodisíaco...
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