Yuya vive en la casa de su tía anhelante, Akari. Debería haberme contentado con cada día en el que inconscientemente perseguía a la hermosa Akari con mis ojos y me entregaba a una ilusión desagradable. Sin embargo, Yuya, que es atacado por un deseo cada vez mayor, busca la ropa interior que se acaba de quitar mientras se ducha. Rodeada por el aroma y el calor de la vulva que emanaba de mis bragas, mientras mordía felizmente... Akari ya está aquí....
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