Dirijo una empresa que ha existido a través de muchas generaciones. Trabajas incansablemente, sin beber, y cuando lo piensas, te das cuenta de que apenas estás en la edad adecuada. Hace un año, recibí a una subordinada para que me ayudara en el trabajo y la convertí en mi esposa. Con esto, puedo dejar un heredero... Mi esposa ha sufrido de infertilidad durante un tiempo. Me siento culpable por mi esposa, pero cuando me di cuenta de que no podía tener un heredero, no podía considerarla como mujer, y empecé a ver a Nao, la hija de mi esposa, como una mujer.