La pareja Kijima anhela una vida tranquila y se muda de Tokio. Eligen vivir una nueva vida aprendiendo agricultura, lejos del bullicio y ajetreo de la ciudad. Sin embargo, con el lema de coexistencia y prosperidad activado por la herida de su esposo, los aldeanos atacan con deseos sexuales desinhibidos. Para recompensar el trabajo en el campo, ella ha quedado postrada en la cama y ha hecho el amor al lado de su esposo mientras coita. “Después de todo, los niños de Tokio son muy refinados y sabrosos.” “¿No está este platillo húmedo y el de ora no es cómodo?” Hoy aún puedo ser abrazada para no arruinar el campo de mi querido esposo.
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