Han pasado cinco años desde que me casé, y han pasado dos años desde que comencé el tratamiento de infertilidad, pero no tengo la suerte de tener hijos. Un día, cuando escuché rumores sobre una mujer embarazada llamada Michelle Tanaka, decidí ir a conocerla. Sin embargo, se trataba de una terapia especial que ayuda a estimular el útero calentándolo y utilizando un consolador. Una esposa cree que el acto de escalar gradualmente es un lavado de cerebro y un tratamiento. Debería estar muy feliz porque puedo quedar embarazada de forma segura, pero la apariencia de mi esposa ha cambiado desde ese día...
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