"Tú nunca te mueves... Yo soy el malo. No pude ocultar mi confusión en una palabra de la amiga de mi esposa, Rinko, quien la reveló de repente. Sería una mentira decirle a Rinko-san, que había robado los ojos de mi esposa y enviado secretamente una mirada ardiente, que él no lo había notado. Sé que tener una relación con la amiga de mi esposa es inaceptable. Sin embargo, la tentación de Rinko se volvió cada vez más atrevida. Y no pude resistirme a ella y mi cuerpo y mente estaban dominados..."
Deja un comentario