Nami Hoshino se casa y tiene una vida sexual extremadamente monótona con un esposo que siempre está obsesionado con su trabajo en lugar de tener relaciones íntimas. Su suegro vive con ellos en la misma casa y es muy desconsiderado, lo que molesta mucho a Shino, quien siempre quiere que todo esté limpio y ordenado, mientras que su suegro es lo opuesto. Una vez, cuando Shino se quejó a su esposo sobre no querer que su padre viviera con ellos, él lo escuchó todo, y luego se vengó de su nuera llevándola al clímax, asegurándose de que nunca más se atreva a echárselo.