Konomi Nishinomiya en un tren lleno de gente ya estaba acosada por hombres extraños, él seguía tocando sus nalgas, al principio Konomi pensó que era solo su imaginación, pero inesperadamente era cierto, el hecho de que estaba siendo intimidada. Sin atreverse a pedir ayuda, Konomi solo podía esperar a que los demás la vieran y la ayudaran, pero no había nadie, por extraño que parezca, cuando fue acosada, se sintió genial, una sensación extraordinaria de felicidad que nunca antes había conocido, así que Konomi simplemente se quedó quieta y dejó que lo hiciera...
Deja un comentario