Al tener un marido con disfunción eréctil que además es frío y desinteresado en el sexo, Riri Hosho se siente triste durante todo el día. Pero su suegro es diferente; él y su suegra tienen una vida sexual muy feliz, ya que aunque su suegro es mayor, todavía tiene la energía de un chico de veintitantos años. Cada noche, ellos se entregan el uno al otro, dejando a la nuera fuera de la puerta solo deseando y masturbándose... Y entonces Riri de repente tiene la idea de pedirle ayuda a su suegro...
Deja un comentario