La sensación de humillación y dominación debido a las ataduras, junto con la excitación sexual que ello conlleva, aumenta la perversión inherente y logra placer. Kana disfruta de un placer de ataduras sin precedentes y experimenta la sensación de excitación. Aunque esta es mi primera vez atada, he desafiado el ahorcamiento y atado cada rincón. El cuerpo extremadamente pequeño de Kana Yura está adornado con una cuerda.
Deja un comentario