Ayaka ha estado casada con su esposo, un funcionario, durante ocho años, y juntos tienen un hijo, viviendo una vida sin preocupaciones. Los de afuera piensan que Ayaka tiene una vida feliz y plena. Pero esa felicidad es común, aburrida y no tiene un poco de emoción. Sin embargo, en momentos como este, Ayaka a menudo recuerda a su exnovio, Hajime, con quien rompió hace diez años. Ayaka amó mucho a Hajime, sin pensar en nadie más que en él. Pero Hajime se enfocó en convertirse en un futbolista profesional, lo que complicó el futuro de ambos. Finalmente, Ayaka decidió romper y elegir a su esposo funcionario actual. Hoy, su hijo olvidó traer ropa deportiva para cambiarse, así que Ayaka se la llevó al lugar de entrenamiento. Al llegar, Ayaka se sorprendió al enterarse de que Hajime es el entrenador de fútbol de su hijo. Al encontrarse, los viejos recuerdos resurgen. Ambos comenzaron a comunicarse nuevamente, la imagen del otro apareciendo en su mente. Sintiendo que continuar así no era correcto, decidieron encontrarse una vez para poner fin a esto por completo, evitando afectar a sus respectivas familias. Y ambos eligieron como lugar la casa de Ayaka, cuando su esposo e hijos estuvieran fuera de casa durante 8 horas...